miércoles, 6 de mayo de 2009

Lápiz Japonés.


(En la foto, Oscar Autuori, figura del Rojo, viendo con alegría el aumento de las acciones de Griddo en la Bolsa de Milán).


Por la quinta del Apertura 2009, el equipo de SM Rojo, cayó sin atenuantes ante el sólido equipo de Japón. Fueron 4 goles pero pudieron haber sido más.

Le hizo precio. Japón al Rojo le pudo haber convertido 2 o 3 más y no hubiera sido sorpresa. Porque lo doblegó en los tres aspectos básicos del juego. En lo individual, en lo colectivo y en lo físico.

Vamos por partes.

Desde lo individual, se nota que se trata de un equipo donde ningún jugador da ventajas. Cada cual conoce a la perfección su libreto y se atiene al mismo. Empezando por el arquero, que si bien no tuvo intervenciones destacadas, ya que el Rojo no llegó nunca o casi nunca, se lo notó un tipo con oficio. Con conocimiento del puesto. Los 4 del fondo muy ordenados. Los marcadores de punta muy veloces y pasando al ataque por sorpresa pero sin descuidar la posición, ya que el equipo hacían los relevos en forma automática, sin dejar espacios ni tomando riesgos innecesarios, y los centrales poniendola debajo de la suela y saliendo corto o largo, según lo pidiera el juego. Los volantes, todos dúctiles. Con buena pegada, visión, quite y distribución. Y los delanteros, letales. El 2° gol (volea como venía de izquierda a derecha y pelota al ángulo) y el 3° gol, con una vaselina ante el achique de Amatti, dan cuenta del poder ofensivo y la facilidad de definición.

Desde lo colectivo, sin fisuras y sabiendo ocupar la cancha. Ya mencionamos lo de los relevos, pero también hay que añadir la sorpresa, el juego a un toque, el cambio de lado cuando no se puede avanzar por algún frente, la pelota siempre a un compañero, el despeje sin desesperación, el pelotazo sólo como último recurso. La posibilidad de realizar 4 cambios en el entretiempo no sólo que no afectaron el funcionamiento ni el dibujo, sino que consolidaron al equipo y le dieron mayor vértigo.

Y finalmente, lo físico, a partir de la capacidad de marca (cada vez que un Rojo recibía, tenía tres rivales encima), el retroceso en bloque (los delanteros corriendo a todo el mundo e incluso, ayudando en el área propia ante algún corner perdido de SM), y la llegada con varios jugadores para recepcionar.

El Rojo hizo lo que más conoce. Correr, morder, aguantar y si se puede, sacar alguna contra. Unicamente entre los 25 y los 35 del primer tiempo, donde el Rojo se hizo más dueño de la pelota y llegó en dos o tres ocasiones sin mucho peligro (un tiro de Olarán, otro de Autuori, algún disparo de media distancia de Aubete), el resto fue todo Japonés.

De cualquier forma, el Rojo sabía de antemano que esto podía pasar. A partir de ahora, y para lo que resta del campeonato, no hay más invencibles. Es más, los equipos tal vez más complicados ya han pasado (Ballester, Ecea, LS Rojo, Japón). Esto no intenta quitar presión, sino que por el contrario, invita a redoblar los esfuerzos para lo que queda del torneo y preguntarse si, paradójicamente, no debería copiarse el modelo de Japón (quien todo copia) y volver a poner el acento en los pilares de lo individual, lo colectivo y lo físico.

PdRN

Puntajes de la 5° fecha.
Comité de Notables Calificadores: Oscar Autuori, Marcelo Casavilla, Gabriel Linck, Marcelo Amatti, Andrés Colombatti, Leonardo Bech, Juan Pablo Diez, Marcelo Mazzaglia y este periodista.

1.- Amatti, M. (5)
Tuvo intervenciones destacadas evitando un resultado catastrófico. Pero 4 goles no es una cifra baja.

2.- Casavilla, M. (6)
Se vió desbordado en varios pasajes del encuentro, pero compensa con gran actitud.

3.- Colombatti, A. (5)
Le puso el cuerpo a todas las situaciones y prueba de ello es que se retiró lesionado con una contractura lumbar. Perdió algunas, pero también ganó muchas complicadas .

4.- Aubete, R. (6)
Al jugar a 200 km/h en un equipo que juega a 80 km/h, se producen desacoples. No obstante, su aporte es central tanto en defensa, sobretodo en la recuperación, como en ataque, pasando por sorpresa y siendo uno más a marcar por el rival.

5.- Autuori, O. (6)
Pura actitud en una mitad de cancha poblada de jugadores de Japón. Se mostró siempre para recibir, aún sabiendo que tenía más de una marca encima. Asimismo, con el esfuerzo que implica la marca en mitad de cancha, cuando ve el callejón vacío, se manda con la lanza en busca del arco rival.

6.- Schinnea, M. (6)
El único que no se dejó anticipar en ninguna pelota. Atento y férreo en la marca. Deja todo en cada pelota dividida.

7.- Diez, J. (5)
En ataque no se le puede reprochar nada. Muy solo, no encontró la forma de vulnerar la defensa de Japón. Le llegaron muy pocas y sucias.

8.- Sorrondegui, M. (c.) (6)
No fue su partido. En el primer gol de Japón, le ganan en el anticipo. Solo se destaca su intención de tener la pelota, jugarla con criterio y recuperar lo que más se pueda.

9.- Mazzaglia, M. (-)
No jugó lo suficiente para poder evaluarlo. Lo poco que estuvo en el campo se lo vió con más ganas que fútbol.

10.- Linck, G. (5)
No pudo aparecer. La intensa marca de Japón en mitad de cancha no le dio el espacio que necesita para elaborar la jugada.

11.- Olarán, C. (5)
Esta vez no se puedo recortar como lo hace habitualmente. No encontró su lugar en el campo. Solo un disparo aislado en el primer tiempo, y algunos toques en mitad de cancha en el segundo tiempo, dieron muestras de su capacidad.

DT.: Olarán, C. (5)
Poco pudo disponer contra un rival que se mostró muy superior.

Cambios:

14.- Corridoni, E. (5)
No generó peligro en ofensiva. Su aporte fue en recuperación de balón en mitad de cancha.

15.- Bech, L. (5)
Siempre obediente, cumplidor. Le falta ser más salida, pero no encontró cómo triangular.

16.- Grappasonno, A. (5)
Con buen timming en algunos quites y despejes. Bien abierto por derecha, es buena alternativa para trasladar la pelota hasta el medio.

Tabla de Goleadores

Aubete, R. – 1 Gol
Casavilla, M. – 1 Gol
Diez, J. – 1 Gol
Laza, J. – 1 Gol
Linck, G. – 1 Gol
Mazzaglia – 1 Gol
Olarán, C. 1 Gol
Sorrondegui – 1 Gol

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