No hay que dramatizar. El Campeón está vivito, coleando y aprendiendo de las experiencias vividas. Análisis del 6° partido de SM Rojo

En el vestuario se comentaba bastante la derrota del Equipo de SM Rojo. Y no era para menos; luego de 16 fechas sin conocer la derrota, caía el campeón invicto del último torneo Clausura e invicto en el Apertura hasta este último Domingo. De cualquier manera este Periodista cree que no hay que dramatizar el tema. Perder es parte del juego y cada vez que se entra a una cancha es algo que puede pasar. No obstante, como cada revés que se puede presentar, es actitud inteligente revisar los hechos y aprender de los mismos para capitalizar las oportunidades y acentuar las mejoras. Destaco de cara al futuro los siguientes puntos:

1) Los equipos que enfrentan a SM Rojo se cuidan mucho más.
Juegan más concentrados y atentos. Se escuchaba en el entretiempo a los rivales poner el foco central en su Defensa; “No nos desconcentremos atrás”, “Mantengámonos firmes atrás”, etc.
Esto es uno de los temas donde el equipo deberá lidiar más. Los rivales vienen cada vez más cerrados en defensa y habrá que trabajar en aprender a leer el partido y abrir al rival para poder entrarle.

2) Muchos de ellos juegan a no perder.
El Domingo fue una clara demostración de la actitud con la que salió St. Mary al inicio. Luego el Equipo Rojo entró en la imprecisión y la carencia de ideas y el rival se agrandó. Sin descuidarse atrás, se animó a ir más arriba y lastimaba. Hay que tener paciencia en el juego y no querer hacer el segundo gol antes del primero.

3) Para el rival es “El” partido.
No es un partido cualquiera para el rival. Juegan contra el Campeón. Si bien en el Equipo Rojo esto se sabe y se repite, en los hechos pareciera verse al rival un poco más concentrado que Saint Matthews, y esto es un handicap que no favorece. Hay que tomarse los partidos como finales. Todos. Entrar concentrados a la cancha y hacer lo que se sabe hacer. Circular la pelota, cambiar de frente, no entrar en la agresión del contrario, jugar con la cabeza. Tener paciencia con el compañero si no salen las cosas. Apoyar.

4) Las sociedades deben funcionar
Parafraseando a Marcelo Mazzaglia (esto se lo escuché decir a él), en los equipos funcionan las sociedades. Cuando las sociedades no funcionan, las cosas no salen. Ejemplo; cuando la sociedad Linck, Diez y Mazzaglia funciona, seguramente el equipo generará muchas situaciones de Gol, si funciona la sociedad Autuori, Linck, Sorrondegui, el equipo tendrá circularización de pelota y tiempo de posesión. Lo mismo sucede en defensa; si existe buen entendimiento entre Casavilla y/o Grappasonno y/o Olarán, el equipo tendrá buen cierre y salida. Caso contrario, no. Este Domingo hubo muy pocas sociedades que funcionaron y se notó en el rendimiento general del equipo.

5) Hay que ser más pacientes y no dejarse dominar por la ansiedad
En la cancha se habla mucho y es fácil entrar en la confusión. Se ve mucha ansiedad por obtener la pelota y se torna complicado para el que recibe decidir por la mejor opción. Es lógico, en un equipo donde hay buen pie y manejo, todos quieren ser destinatarios del pase, pero hay que tener cuidado en no confundir al compañero.

6) No hay que dramatizar
Esto en definitiva es un juego y hay que divertirse. En tanto se le saque presión y se tomen los partidos con alegría y distensión, sin perder el compromiso y la responsabilidad, habrá mayor probabilidad de alcanzar los objetivos.


Desde la Redacción del Diario de Río Negro, comentó, el PdRN